Es algo que hacía muchos años que quería hacer y que tenía claro que tarde o temprano iba a hacer, sólo que estaba esperando el momento oportuno, el momento en que de verdad el cuerpo me pidiese aprender a dibujar. Así pasaron muchos años, hasta que en 2010 me lancé y me apunté a clases de dibujo. Por fin!!
Siempre me ha gustado dibujar o, más bien, de pequeña me gustaba dibujar, ya que hacía años que no dibujaba y nunca había recibido clases antes.
Fui a mi actual academia a informarme y tenía claro que quería dibujar y no pintar. Hoy por hoy pintar no me llama la atención, me parece más atractivo el dibujo y al fin y al cabo hay que hacer lo que te pide el cuerpo.
Pues bien, cuando empiezas a dibujar, lo primero es manejarte con el carboncillo. Para mi sorpresa, mi profesor llegó el primer día, me colocó delante de un caballete con una lámina de 50 por 70 cm - lo cual es bastante grande y a mi personalmente me pareció gigante- , me dio mis barras de carboncillo y una goma y me puso delante de un busto de escultura y me dijo que lo dibujase. Yo no daba crédito, eso me parecía no difícil, sino dificilísimo... y así sin darme la más mínima pauta ni nada de nada empecé a dibujar. Me costó una barbaridad la verdad y cuando mi profe lo vio me hizo muchas correcciones aunque me dijo que las proporciones más o menos estaban bien, lo cual, me animó mucho.
Total, lo rehice bastante con sus indicaciones y creo que en unas 3 clases lo terminé.
Este es mi primer dibujo a carboncillo que hice. Por ser el primero le tengo mucho cariño, ya que fue mi primera expresión de un objetivo que hacía mucho tiempo me había propuesto y que por fin había dado forma.
Obviamente, no es mi mejor dibujo pero es mi primer dibujo.
Para dibujar, como todo en la vida, hay que practicar y practicar. A medida que vas haciendo más dibujos y vas conociendo mejor la técnica, obtienes mayores resultados. Estuve con el carboncillo unos 6 meses y siempre dibujé esculturas en láminas grandes: el torso de una mujer, la cabeza de un caballo, torsos masculinos, etc.
Cuando ya le coges el truco a las sombras y consigues hacer contrastes chulos y que los músculos parezcan músculos y todo, te sientes muy orgullosa.
De todos mis dibujos he elegido estos dos, que son los que más me gustan sobre todo por la fuerza que transmiten.
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